Estoy en
esta mesa rota, destartalada y vieja.
Pensándolo
mejor, hecha pelota.
Que cuando
afirmo los codos se me queja.
La remendé
con una tabla crota.
Pero agarro
la viola, y me da oreja.
Miro el
cielo en rebanadas,
tras la reja
de una ventana chota.
Y acomodo
la vida en una nota,
que no
siempre me sale muy pareja…
De muy
temprano me anda dando vueltas
el angelito
de decir las cosas.
Capaz que
por ser tantas
no me sale
ni una frase rasposa…
El mate que
me dio, le dio en la rabia
de verme
atragantado y medio harto.
Cachó un
papel que acomodó en la prosa
y me lo dio,
a las once menos cuarto:
“Tu corazón
dirá lo que haga falta,
por lo
demás no puedo, es un pretexto
te quiero
mucho” me puso.
Y mas
abajo: “la Negra”.
Y aquí
estoy, haciendo esto.
No se si a
mucha gente
le interese
que sea tan sincero.
Se puede
hacer un verso desde el hueso
con un
simple: “Te quiero”.
José
Larralde
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