El célebre compositor Johann Sebastián Mastropiero, en busca
de inspiración realizó un viaje al Oriente Medio, a las calurosas regiones de
“Uf Al-Sudar”.
Allí, una leve indisposición del jeque motivó que
Mastropiero fuera recibido por Abdul, el anciano Imán de la mezquita principal.
El Imán Abdul se presentó ante Mastropiero y le dijo: “Maestro, hoy yo seré su
anfitrión porque a mi jefe el jeque lo aqueja la jaqueca”.
El Imán Abdul poseía una personalidad magnética, como todos
los imanes.
Según le explicó a Mastropiero, los musulmanes más fanáticos
eran llamados “Muy-sulmanes”; y por el contrario los que sólo cumplían en parte
los preceptos de Mahoma eran “Ma-o-menos”.
También le contó que los beduinos provenían algunos de
ciertos oasis poblados y otros de ciertos desiertos desiertos.
Mastropiero se despidió de Abdul y se dirigió al encuentro
de una tribu de beduinos con los que convivió durante varias semanas. Los
miembros de la tribu eran nómades por partida doble; eran nómades porque
deambulaban sin residencia fija y porque eran no más de... cincuenta o sesenta
beduinos.
En dicha tribu se disputaban el mando dos jeques hermanos:
Mohamed, el grande y Nomemohes, chico.
El jeque Nomemohes estaba por contraer enlace y le encargó a
Mastropiero la obra que escucharemos a continuación: la serenata que cantó el
novio la víspera de la boda.
Serenata medio oriental
El juglar Ludovico trata de escalar el muro de su amada
Leonora y cantarle su aria de amor.
Ludovico trepa, teme, tiembla, lo cual se descubre,
ingeniosamente insinuado, por los contrastantes motivos rítmicos, por la
exuberante orquestación y porque Ludovico dice:
trepo, temo, tiemblo.
De pronto, el juglar es sorprendido por el padre de la niña,
quien corta la escala.
Los acontecimientos se precipitan.
Sin embargo, Ludovico insiste en llegar hasta su amada.
Él quiere cantarle su aria de amor y solamente eso.
Aunque cada vez piensa menos en cantar y más en solamente eso.
Voglio entrare per la finestra
Cierta vez le encargaron a Mastropiero una partitura para la solemne y
prestigiosa entrega de premios de epistemología de la Universidad de la Sorbona, en París.
Mastropiero aceptó pero un equívoco hizo que su obra tuviera más
repercusión que la esperada.
Cuando le
fue encargada una obra “para la
Sorbona”, Mastropiero entendió “para las hormonas”…
Y en vez de una obertura académica compuso una cumbia…
Y en vez de una obertura académica compuso una cumbia…
Una cumbia
en la que incluyó algunos nombres de filósofos y epistemólogos, que le habían
suministrado con el encargo.
Luego de la
sorpresa inicial del calificado auditorio, Mastropiero fue reputado de inculto.
Y de ese modo, fue reputado por todos…
Este error
de Mastropiero le cerró las puertas de los círculos filosóficos, pero le abrió
un enorme prestigio en las más renombradas bailantas. Sobre todo porque esa
cumbia, “Dilema de amor”, se convirtió en el gran éxito del popular grupo “Los
Brillantes”.
Dilema de amor
La zamba "Añoralgias" ha sido recopilada por un
gran investigador de nuestro folklore. Un hombre nacido en el norte:
El noruego Sven Kundsen.
¡El payo Kundsen!
A pesar de su origen escandinavo, Kundsen amaba a nuestra
tierra.
Solía decir: "Yo soy más criollo que el bacalau".
“… A su iniciativa debemos el simposio interdisciplinario
que reunió a folkloristas y ginecólogos. El tema era "La relación entre el
examen de mama …y el alazán de Tata".
Añoralgias
"El Vals del Segundo" añade a su riqueza temática
y formal, que se manifiesta ya desde el primer compás, un indudable valor
musicológico.
En el trabajo de investigación previa los compositores
consultaron viejas partituras de la Belle Epoque y descubrieron con sorpresa que la
tonalidad era la misma en todas: blanco amarillenta.
Para su ejecución se emplea habitualmente una orquesta
limitada, pudiendo modificarse sensiblemente con una orquesta buena.
"El Vals del Segundo" comienza con un portato assai.
El segundo tiempo es un deciso
e a terra col battere, en el cual se plantea el desarrollo ulterior de la
obra plácidamente, en forma muy tensa, con total serenidad, agitadamente, en
una paz plena, turbulenta, creando un clima calmo, caótico, definiendo
indubitablemente la intención de los autores, de alguna manera.
Sigue el intermezzo,
compuesto sobre un esquema en el cual las figuras predominantes son negras,
como en el Jazz.
El intermezzo
desemboca en el tiempo siguiente, que por otra parte era la única posibilidad.
Se trata del levare languente, que
establece una atmósfera de bacanal. Las cuerdas cantan, ebrias de gozo,
mientras los oboes se superponen a las flautas…
El desenlace es abrupto: un pizzicatto tanto de ritmo alocado, paradójicamente a cargo de las
cuerdas…
La agrupación bien antigua de Les... la agrupación Viena
Antigua de Les Luthiers ejecuta "El Vals del Segundo"
El Vals del Segundo
La siguiente
obra del presente recital ilustra un período poco conocido de la juventud
de Johann
Sebastian Mastropiero.
Todo empezó
cuando un conocido crítico se resfrió...
se refirió,
se refirió a Mastropiero. Con esto termino...
Con estos
términos... con estos términos... claro, le falta el…
términos...
no le han puesto el... arriba de la "t", no tiene el..
la diéresis,
no le han puesto la diéresis. Es un error de lipotimia...
Mastropiero
se ha creado fama de artista espiritual, pero come todo...
pero come de
todo... pero con métodos…
con métodos
pocos... claro... claros... con métodos poco claros.
Podríamos llegar a admirarlo siempre, ¿y
cuándo tomaremos?...
siempre y
cuando tomáramos en cuenta su tenaza...
su tenaza ambición,
son dos palabras: "tenaza", “ambición".
En los más
"prestrigriosos" foros internaciona...
en los más
prestigriosos foros, prestigriosos foros inter.,
en los
prestri, en los más prestrigri, prestigri, prestrigri…
En los más
famosos foros internacionales... en que estuve excitado…
en que
estuve he citado, muchas veces, ¿eh?...
muchas veces
he citado el fracaso de su operación.
El fracaso
de su ópera "Sión y el judío era antes".
"Sión y
el judío errante", que se basaba en una vieja leyendo ebria...
una vieja
leyenda hebrea... me di cuenta enseguida…no podía ser...
Siempre
dije: ¡qué dicha!...
Que dicha
ópera no describe con acierto los sexos, dos…
los dos
sexos... los éxodos de dicho pueblo.
Y por eso
Mastropiero soportó, ¿ha batido un huevo?
soportó
abatido un nuevo fracaso.
Por esos
días Mastropiero enfrentó grandes problemas, chocó con la bici...
con las
vicisitudes más adversas,
¿qué le
tocaron?... que le tocaron en suerte...
vivía acostado
por las dudas... vivía acosado por las deudas…
Por esos
tiempos conoció a los condes de Freistadt,
y cuando ya
no podía más sacudió a la condesa…
acudió a la
condesa, que era la persona... ¿y doña?..
que era la
persona idónea...
La condesa
se apiadó de él y le acostó un viejo...
Le costeó un
viaje a Nueva York.
Allí
Mastropiero compuso la pieza que escucharemos a continuación:
su célebre
"Lazy Daisy".
Aquí termina
la anécdota, pero él te mató...
da vía,
da... ¡pará!... más...
¡Pero el
tema todavía da para más!
Esto es,
¿todo? ¿todo?... esto es: todo, todo esto, esto es, todo es,
todo esto,
esto todo esto, ¿qué es esto? ¿qué es esto?
este esto es
toso, toso, ese soto es eso, ese seso es soto,
todo soso,
¿ese té es de totó? ¿o se destetó todo
teté?
totó, totó,
ese.... ¡ah!... ¡esto es todo!
Daniel Ravinovich presentando "Lazy Daisy"
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